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Blog UNA INVITACIÓN REFRESCANTE

UNA INVITACIÓN REFRESCANTE

Cuando surgió la idea de averiguar más acerca del agua, el primer pensamiento que vino a la mente fue el de ir al océano. Más tarde, con los pies hundidos en la arena y caminando hacia el mar, empecé a sentir su frescura. El susurro de las olas se fue convirtiendo en una suave voz que podía escuchar claramente y me invitaba a entrar en sus profundidades. Así fue como me sumergí en la azul inmensidad del mar para abrazar su presencia. Y en ese momento, su voz se hizo más clara. Sé que estás aquí porque quieres saber más acerca de mí, el agua. No hace falta que me lo digas, puedo sentirlo.

LA VIDA Y EL AGUA

Te contaré una historia que ocurrió hace millones de años. La vida empezó aquí, en el agua, en los océanos primitivos, hace mucho tiempo. Hasta hoy, mi tarea es su mantenimiento, ya que soy un medio esencial para la generación de reacciones químicas necesarias para la vida.
Para los antiguos, el océano cósmico, mar primigenio o río celestial que contiene al cosmos es parte de la cosmogonía de muchas culturas. Hay varias civilizaciones que representan el mundo o el cosmos envuelto por las aguas primordiales. Hoy la ciencia sugiere que el agua fue fundamental en el origen de la vida en la Tierra. Se cree que las primeras formas de vida, probablemente similares a bacterias, surgieron en ambientes acuáticos hace aproximadamente 3.500 millones de años.
Ahora, mira a tu alrededor y verás como la vida acuática es extensa y variada. Hay una gran biodiversidad con formas y colores todavía por descubrir. Cuanto más nos sumergimos en la profundidad, más misterios hallamos. El hombre ha sido capaz de explorar el sistema solar, las galaxias y el universo, pero no ha podido entrar en los terrenos donde residen las aguas más profundas y sus tesoros ocultos. De la misma manera, el mundo del inconsciente humano es como las profundidades del mar, un universo lleno de posibilidades listas para ser exploradas, pero que todavía no conocemos. Pero, salgamos de aquí para mostrarte otro lugar donde habito.

VOLANDO ENTRE NUBES

De la mano del agua, fui impulsada desde lo profundo del mar hacia al cielo y de pronto, estábamos dentro de una nube. Allí me dijo: “No olvides que cuando me evaporo, subo al cielo y soy la nube que trae la lluvia, con todos sus regalos”. Y continuó, los antiguos lo sabían. Los aztecas veneraban a Tlaloc, el dios de la lluvia, cuyos dones eran esenciales para la agricultura y la vida en general, generando agua fresca y alimentando las cosechas.
Recuerda que también estoy en los ríos, los arroyos, las cascadas, los lagos, los manantiales, los glaciares y los acuíferos subterráneos. Este planeta azul recibe su nombre gracias a que aproximadamente el 70% de su superficie es agua.
¿Sabes dónde puedes encontrarme también? En tu cuerpo.

ESTOY EN EL OCÉANO DE TU CUERPO

A nivel físico estoy en tu sangre y en todos tus fluidos. Tus células, órganos, venas, arterias, articulaciones y demás partes de tu cuerpo necesitan mi fluidez. Por eso, soy más de la mitad de tu peso corporal. Podrías vivir mucho más tiempo sin comer, que sin beber agua. Así que una de mis tareas más importantes, como te mencione antes, es cuidar la vida.

HABITO EN TU EMOCIÓN

El agua representa la esfera emocional y la capacidad de fusionarnos con el otro a través de ella. Nos habla de la sensibilidad psíquica, la intuición y la creatividad. En la tipología junguiana, el camino del sentimiento se asocia al elemento agua, el cual es un símbolo fundamental del inconsciente mismo. El agua se refiere al espacio donde no hay divisiones, donde somos indivisiblemente esto y aquello al mismo tiempo, donde podemos experimentar al otro en nosotros, a través del sentir. Por eso, representa estados de conciencia donde se disuelven las fronteras entre el yo y el otro.
El agua simboliza lo femenino como el lugar natural y necesario para que aparezca y se desarrolle la vida, es la capacidad de conectar con las dimensiones ocultas de la psique, los patrones familiares heredados y la sensibilidad hacia lo no manifiesto. Nos abre la puerta a la empatía, la compasión y la conexión emocional profunda, representa la capacidad de disolver las barreras del ego para experimentar la unidad Amor-Sabiduría.
Astrológicamente, el agua del signo de Cáncer nutre y protege, en Escorpio conecta con la transformación profunda y en Piscis promueve la disolución de la idea de separatividad. El agua es un elemento de purificación, sanación y conexión con las dimensiones más sutiles de la realidad, siendo fundamental tanto para el desarrollo espiritual como para el bienestar físico.

SOY UN ESPEJO QUE GUARDA INFORMACIÓN

El agua dejó de hablar en ese momento y de nuevo me vi frente al océano. Esta vez, el mar estaba en una calma absoluta que le daba la apariencia de un espejo reflejando el cielo. Vinieron a la mente las investigaciones de Masaru Emoto, quien afirmó que el agua actúa como un “espejo” de las vibraciones a las que es expuesta. Así, las emociones y pensamientos pueden tener un impacto en la materia acuosa que compone gran parte de los seres vivos. Recordé todo lo que aprendí con el agua y sentí un profundo agradecimiento que hizo vibrar todo mi ser. Una lágrima rodó por mi mejilla y al sentirla supe que al caer se convertiría en el océano mismo.
En el silencio, después de esta experiencia, pude ver y sentir el agua de una manera totalmente diferente y esto abrió la puerta para seguir indagando los secretos que oculta. Te invito a hacer lo mismo, te invito a explorar el agua…

Olga Lucia Toro

Astróloga.

Psicóloga y Periodista, U. Sabana. 

Master In Mental Health, FAU.

27 de junio de 2025

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