De la misma manera como un escultor elige los mejores materiales para su obra. Así también, nosotros podemos elegir y refinar los mejores materiales para rediseñarnos a nosotros mismos en el camino de encontrar nuestra verdadera esencia, mantener nuestra salud y conectar con la felicidad.
Desde tiempos remotos, los hombres de conocimiento hablaban de los cinco elementos y de cómo ellos conformaban todo el universo que conocemos. Si bien es cierto que nuestra tabla periódica contiene más de cien elementos, también es cierto que la mirada de los sabios de la antigüedad es válida cuando podemos acercarnos a su verdadero significado. Así que para hablar de los elementos haremos un viaje en el tiempo para llegar a ese mundo donde la comprensión de este concepto era muy clara.
Nos remontamos a un pasado en el cual hacernos preguntas acerca de nosotros mismos y del universo era una tarea muy cotidiana. Entramos en un gran salón iluminado, un espacio sagrado que nos acoge. Nos encontramos con manuscritos antiguos, pequeños frascos con tinta y la pluma que se usaba para escribir, estatuas y mucha luz. De pronto en una esquina y como apareciendo de la nada nos encontramos a alguien cuya cálida presencia nos es familiar.
Yo le pregunto con curiosidad: ¿Quién eres tú? Me responde, yo soy el calor, soy la vitalidad. Soy la luz que le da color al mundo, soy la energía radiante universal, soy el brillo, el dinamismo. Soy el entusiasmo, soy la pasión, soy la capacidad creadora, soy el impulso y la voluntad. Soy el ardor y la iniciativa. Soy la fuerza indomable que lleva consigo la vida, soy la alegría de ser que no necesita hacer nada para experimentarlo. Tengo la capacidad de purificar, pero también la de destruir. Puedo ser explosivo o transformador.
Y sigo preguntando: ¿Cómo puedes ser tantas cosas al mismo tiempo?
Porque soy una esencia. Soy el calor y la vitalidad que percibes en tu cuerpo. También soy la luz del sol que da vida a las plantas y la que favorece su maduración y florecimiento. Soy el calor que transforma y purifica los alimentos para que tu cuerpo pueda asimilarnos. Soy la luz que en tu cuerpo produce cambios en tu biología. Soy la luz que te permite ver los colores. Soy el fuego que transforma los metales y les permite deshacerse de sus impurezas. Soy el calor que te ayuda a mantener la vida en las más frías noches del invierno.
Soy el fuego que Prometeo robó de los Dioses para entregarlo a la humanidad y darle la oportunidad de avanzar, innovar y civilizarse. Soy el fuego que forja los metales para hacer herramientas, para cocinar los alimentos y también para acceder a la iluminación.
Se me asocia con el signo de Aries cuando me manifiesto como el fósforo que enciende y produce la primera chispa. Cuando soy una chimenea alrededor de la cual se reúnen las personas se dice que soy el fuego de Leo. Y cuando soy una vela, una pequeña llama encendida que permanece activa durante mucho tiempo para guiar a quien está en la oscuridad y llevarle a un buen lugar, se me describe como el fuego de Sagitario. Aquel que lleva a la búsqueda de la verdad.
Ya te dije que soy el calor y la vitalidad en tu cuerpo, así que estoy allí. También estoy en la caldera de tu estómago que con sus ácidos cocina y digiere los alimentos que consumes. Me puedes sentir aún más cuando tienes fiebre o te expones demasiado al Sol. Me extrañas cuando tienes frío, estás deprimido o te falta entusiasmo. A nivel psicológico soy el movimiento que te lleva a salir al mundo exterior para alimentarte de él, para reponer tu energía, soy la extroversión.
Así que, si me reconoces y aprendes a encontrar un equilibrio en el cual yo te pueda dar lo mejor de mis cualidades. Y al mismo tiempo, aportarte calor y bienestar sin quemarte, vas a poder aprovechar el máximo de mi potencial para tu beneficio. Ahora debo irme, hay muchos sitios donde debo estar. Y, de esta manera, el fuego se retiró del salón, desapareciendo tan rápido como se extingue una llama cuando apagas una vela. Pero no se fue sin dejarnos una gran lección para seguir aprendiendo y aplicando en nuestra vida.
¡Te invitamos a una nueva formación para que aprendas sobre los cinco elementos!
Olga Lucia Toro
Astróloga.
Psicóloga y Periodista, U. Sabana.
Master In Mental Health, FAU.
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