Hemos llegado a la quinta estación de nuestro viaje, a disfrutarlo. Después de detenernos a recibir el regalo de dos lunas llenas en Cáncer, la primera en junio 21 y la segunda en julio 21. Ahora, estamos a punto de entrar en el mundo de Leo, un espacio que nos hace pensar en reyes y reinas, castillos y majestuosidad. Un lugar de extroversión perteneciente al elemento fuego y con unas características que fomentan la expresión creativa.
TU UNICIDAD
Cuando entramos en el terreno de Leo tendemos a relacionarlo con manifestaciones de elegancia, distinción o una presencia que tiende a atraer hacia sí mismo a los que están en su entorno. Sin embargo, en su nivel más profundo, Leo se asocia con la expresión de la esencia única de la persona y con el viaje que emprende el héroe para reconocer su naturaleza divina, sabiendo que es mortal, pero reconociendo que su verdadera condición está más allá. Dicha esencia, lo conecta con valores espirituales que poco a poco le llevan a la senda de lo transpersonal, es decir, más allá de su pequeño yo.
La energía de Leo se relaciona con la vía del autoconocimiento, con el camino de búsqueda que se hace para transformar la manera en que se ve la propia historia y la capacidad para convertirse en el protagonista de la misma, en lugar de ser una víctima de ella. Es el proceso en el que se enfrentan los propios miedos e inseguridades a través de las adversidades que aparecen y que paulatinamente se convierten en la herramienta para desarrollar habilidades y así hacerse más fuerte. Es el camino a través del cual se va manifestando ese potencial único que habita en cada individuo y que luego de ser reconocido se pone al servicio de los demás, en beneficio de un bien mayor, dejando atrás el egoísmo y habitando en la Compasión.
TIEMPO DE BRILLAR
La energía de Leo se asocia con la función que cumple el Sol para la vida en nuestro planeta y con el funcionamiento del sistema solar al cual pertenecemos. Nos conecta con la vitalidad, la expresividad, el entusiasmo, la capacidad de jerarquizar y organizar. Su creatividad nos da la posibilidad de reinventarnos y de impactar nuestro ambiente, mientras brillamos y nos convertimos en un eje organizador que fomenta las relaciones con un sentido comunitario, sin distinciones hacia los otros, de la misma manera en que lo hace el sol: “brillando para todos”. Esta energía nos habla de nuestra expresión única que va al encuentro con los otros para manifestarse y se relaciona con el Eje Leo- Acuario.
El próximo 4 de Agosto, la luna y el sol se encontrarán nuevamente, pero esta vez en el signo de Leo. Este encuentro de luminarias nos permite reconocer la danza interactiva que ocurre entre el gestor o generador de procesos y quienes los reciben. Así, podemos reconocer que las influencias siempre se mueven en las dos direcciones, impactando a los dos de forma constante.
El 19 de agosto, la luna y el sol estarán opuestos, dándonos la oportunidad de conectar con una conciencia en la que brillamos como el sol, aportando bienestar para los demás, pero sin esperar a cambio reconocimiento o sentirnos diferentes o especiales por hacerlo. Es una ocasión para expresar nuestra esencia única, nuestros dones, desde la verdadera generosidad, Sabiduría y Compasión.
¡Así que, este mes te invito a brillar como el sol mientras continuamos nuestro viaje cósmico!
Olga Lucia Toro
Astróloga.
Psicóloga y Periodista, U. Sabana.
Master In Mental Health, FAU.
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