Detengámonos en nuestro viaje cósmico a observar a nuestro alrededor para recoger unas claves que nos ayudaran a decodificar la astrología. Vivimos en un universo inteligente, sumergidos en un océano de vibraciones que se manifiestan como color, forma, sonido y una amplia gama de manifestaciones que la ciencia aún continúa descubriendo. Existen niveles que comparten un mismo principio esencial que los configura, un patrón de información o vibración que les es afín y así las diferentes manifestaciones de ese nivel contienen unas similitudes que pueden ser inferidas a través de las analogías.
Imaginemos por un instante un fruto que ha crecido en el verano y tiene las cualidades de ese momento en que la naturaleza está llena de energía, pensemos en su tamaño, sabor, textura y demás cualidades que le acompañan. Y ahora, pensemos en un fruto que con dificultad creció en medio del invierno, en un momento de mucho frío y poca luz solar, lo cual implica menor posibilidad de nutrirse y crecer. Podemos desde esta comparación o analogía de comparación pensar en las estaciones no solo como un tiempo calendario que se sucede, sino como un tiempo que es como un flujo de energía lleno de cualidades.
De la misma manera, cuando pensamos en la astrología, la podemos ver desde esta perspectiva. Es decir, nacemos en un momento con unas cualidades específicas que se van a manifestar en los diferentes aspectos de nuestra vida. Todos tenemos en nuestra carta astral de nacimiento, el abanico de posibilidades que nos presentan los signos del zodiaco. Así que las cualidades que nos ayudan a describirnos desde la astrología, van más allá del signo donde se encuentra nuestro sol o nuestra luna, ya que son un conjunto de la rueda zodiacal en su totalidad, captada en un momento específico.
La astrología se basa en un lenguaje simbólico. El símbolo es una figura precisa y claramente definida. Y a pesar de su relativa sencillez exterior, contiene una gran condensación de significados y alude a una variedad de situaciones y fenómenos. Una misma figura hace referencia a una amplia diversidad de dimensiones de la vida, a la vez que explica y agrupa una multiplicidad de realidades esenciales, de niveles de la existencia. Por esta razón, en astrología, la riqueza de un pequeño número de símbolos nos permite, a través de su interpretación, develar diferentes facetas de una persona o de un evento. Para lograrlo, se emplea un símbolo para cada signo del zodiaco, cada casa, cada planeta y cada relación entre planetas y casas y entre planetas y planetas.
Así que podemos entender la astrología como el arte de pensar en imágenes e interpretar los significados de los símbolos que emplea. En astrología, la expresión: una imagen vale más que mil palabras, cobra toda su fuerza. Hagamos un breve ejercicio que nos permita aproximarnos a esta comprensión: Imaginemos el inicio de la primavera, el tiempo después del invierno, cuando la naturaleza empieza a despertar de su periodo de hibernación y la semilla pugna por salir a la luz con los primeros rayos del sol. Pensemos en la fuerza con la que el pequeño tallo rompe la barrera de la tierra para conquistar un lugar nuevo y aventurarse a crecer. Imaginemos cómo se prepara para ocupar un espacio nuevo y para plantarse en él y prepararse para mostrarse al mundo, mientras gana terreno. Así que podemos describir la obra de la semilla como una tarea heroica que le da un lugar de iniciadora, conquistadora, poseedora de una gran fuerza, vitalidad y empuje para lograr su meta. Y además, con la capacidad para ser extrovertida y tener la capacidad para mostrarse al mundo. Con este ejercicio, acabamos de describir las cualidades básicas del signo de Aries, el cual empieza con el inicio de la primavera. Otra forma de hacerlo es servirnos de los mitos y su riqueza simbólica, en este caso estudiando los héroes, su valentía, analizando sus cualidades y aprendiendo sobre sus historias.
La filosofía, la poesía, la mitología, los sueños, el mundo de la fantasía y del arte, entre otros, se nutren del lenguaje simbólico y la astrología a su vez se sirve de estos conocimientos para lograr una mayor comprensión a la hora de interpretar una carta astral. La astrología como lenguaje simbólico encuentra en la analogía una riqueza inconmensurable que emplea, entre otros, el principio del ritmo que se manifiesta en los movimientos planetarios con sus ciclos y el de polaridad, el cual puede ser entendido como un sendero para integrar el principio de la dualidad y que se manifiesta a través de las diferentes parejas de opuestos/complementarios: Aries- Libra, Tauro- Escorpio, Géminis-Sagitario, Cáncer- Capricornio, Leo- Acuario y Virgo- Piscis.
Olga Lucia Toro
Astróloga.
Psicóloga y Periodista, U. Sabana.
Master In Mental Health, FAU.
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