En esta estación de nuestro viaje cósmico, te invito a explorar el ambiente de belleza y armonía donde se expresa la energía de Libra. El sutil movimiento del aire que lleva las aromas consigo, la suave brisa y el espacio que habitan las aves y las mariposas en su vuelo, son el mundo de Libra.
Así que esta vez, el animal que nos va a enseñar las cualidades de Libra es uno que se mueve en medio del esplendor, el colorido y la belleza de las flores, alimentándose de su dulce néctar y transportando el polen de una flor a otra, facilitando así la reproducción de las plantas. Nuestro guía en esta exploración es el colibrí.
Los colibríes son aves muy especiales. Pueden volar en diferentes direcciones, hacia atrás, hacer giros muy rápidos, desplazarse velozmente en pequeñas zonas e incluso quedar suspendidos en el aire para poder alcanzar el néctar que los alimenta. Una vez entran en contacto con la flor, usan su vuelo estacionario para mantener un equilibrio que les permite alimentarse de ella.
Al igual que el colibrí, la energía de Libra nos da la flexibilidad para movernos en ambientes muy diversos, siempre en la búsqueda de la armonía y la belleza y con el propósito de servir a los demás. Dicha característica libriana se manifiesta como una diplomacia que permite escuchar todos los puntos de vista para mediar y encontrar una alternativa que favorezca a todas las partes. Una vez encontrada, al igual que el colibrí, Libra entra en un equilibrio dinámico y se queda trabajando para mantenerlo y lograr la justicia y la paz.
El vuelo del colibrí es bello y muy especial, pero el costo energético es alto. Ellos deben consumir un equivalente a su peso corporal en néctar para compensar el gasto energético de su movimiento. Por eso, tienen uno de los metabolismos más elevados entre los animales de sangre caliente.
La versatilidad de su vuelo se debe a que mueven sus alas entre 40 y 50 veces por segundo y en algunas especies, alcanzan aleteos de hasta 80 veces por segundo y con velocidades que llegan a los 50 kilómetros por hora. Su pequeño tamaño y la rapidez de su movimiento les permite maniobrar con facilidad a la hora de volar, así como mantenerse suspendidos en equilibrio por varios segundos. También, el hecho de que no mueven sus alas de arriba a abajo, sino en forma de lemniscata es uno de sus secretos.
Así, el colibrí nos enseña que encontrar el equilibrio no es una meta estática que se alcanza y se solidifica. Al contrario, es un proceso constante que permite al equilibrio mismo evolucionar al manifestarse en un nivel más elevado cada vez que lo hace. Subiendo cada vez más, hasta alcanzar una síntesis perfecta entre lo humano y lo divino, al crear puentes para elevar la conciencia y llevarla a una mayor armonía.
El mundo del colibrí está rodeado de la belleza de las flores y su aroma. De la misma manera, la energía de Libra nos pone en contacto con el sentido estético, el gusto por la belleza sutil, los aromas, la creatividad, el encanto de la palabra, la sociabilidad y el aprecio por el arte y la cultura. No solamente a nivel externo, sino a nivel interno nos invita a apreciar lo que Platón llamaba los valores fundamentales del mundo de las ideas, es decir, lo bueno, lo bello y lo verdadero.
El próximo 6 de octubre la luna estará reflejando su belleza en un sol que nos trae las características de Libra. En esta ocasión, nos brinda la oportunidad de reconocer la naturaleza intrincada de nuestras pasiones y ver cómo nos impulsan a vivir ciclos repetitivos de los cuales es muy difícil salir. Nos permite descubrir la estrechez de miras en la que entramos debido a ellas y saltar a la posibilidad de develar la dimensión sagrada que reposa en todo. Al realizar esta transmutación, la energía pasional se transforma en aspiración hacia ideales superiores. Así, reconocemos que no se trata de suprimir las pasiones, sino de hacer esa transformación.
En su movimiento permanente, el próximo 21 de octubre la Luna estará junto al Sol. Este encuentro nos permite reconocer que los opuestos se encuentran en una danza continua en la cual la presencia de los dos crea un equilibrio dinámico, un entrelazamiento que muestra la complementariedad de los mismos mientras los lleva a la integración. Así mismo nos facilita el reconocimiento de lo bueno, lo bello y lo verdadero en todas las manifestaciones que se encuentran a nuestro alrededor.
Este mes, te invito a ver la belleza en tu vida, crearla y experimentarla en cada momento, añadiendo unas pinceladas de verdad a cada instante y convirtiéndola en una vivencia bondadosa para ti y quienes te rodean.
Olga Lucia Toro
Astróloga.
Psicóloga y Periodista, U. Sabana.
Master In Mental Health, FAU.
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