En nuestro viaje cósmico llegamos a un momento crucial que va de la oscuridad a la luz. Con la entrada del sol en Capricornio, en el solsticio de invierno (diciembre 21), recibimos la luz de esperanza y vida después de la noche más larga del año, el regreso del sol con su radiante luminosidad que nos conecta con nuestra dimensión espiritual. Esta entrada es un símbolo que nos trae la conclusión de un ciclo y el inicio de otro y, por tanto, se trata de un punto de cambio natural que nos inspira a hacer transformaciones.
En la tradición católica es la celebración de la Navidad y en el hemisferio norte la llegada del invierno. Es el momento en que los días empiezan a hacerse más largos paulatinamente, hasta llegar al solsticio de verano en junio, con el día más largo del año. En una carta astral circular, representa el punto más alto de la misma, la cumbre de los logros del individuo.
Recuerda que aunque no seas Capricornio de nacimiento, este signo está presente el algún lugar de tu carta. Simbólicamente, ver la luz después de la larga oscuridad se relaciona con el trabajo sostenido, la dedicación, responsabilidad y entrega que son necesarios para lograr resultados. En ese sentido, la luz es la recompensa de disfrutar aquello que hemos logrado. Cuanta más disciplina y compromiso, más luz en nuestra vida. Así que aprovecha el momento que nos regala el cosmos y prepárate para recibir la luz.
El continuo movimiento entre la luz y la oscuridad en la naturaleza representa el conflicto entre el consciente y el inconsciente, entre la luz y las tinieblas y no es ni bueno ni malo. Es un proceso necesario para el crecimiento, ya que de allí puede surgir la integración que da lugar a una consciencia más amplia que nos trae más luz.
Cada vez que tenemos esta experiencia entramos en una nueva forma de percibir el mundo. Al principio parece bastante incómoda, porque está más allá de lo que estamos acostumbrados a ver. Sin embargo, es allí donde descubrimos que, detrás de cada idea u objeto que está en la luz de nuestra consciencia, hay una sombra que inicialmente no nos gusta, pero que al integrarla nos ayuda a completar y ampliar nuestra percepción.
Capricornio nos habla de la disciplina necesaria para alcanzar metas. No se trata solamente de los logros materiales, sino que simboliza también un tipo de vivencia. Así, más allá de representar la limitación que conlleva la disciplina, se refiere al proceso psíquico, natural en todos los seres humanos, gracias al cual podemos aprovechar las experiencias de restricción y disciplina para obtener una mayor conciencia y plenitud. Así, le damos sentido a las vivencias y aprovechamos el aprendizaje para continuar nuestro camino evolutivo.
Capricornio se relaciona con la habilidad para enfocarnos en nuestros objetivos desde una planeación focalizada que permita canalizar la energía para un avance seguro y progresivo. También se relaciona con el esfuerzo necesario para alcanzar dichos logros. Nos habla de la capacidad de compromiso, constancia, prudencia y discreción. Y así mismo, de la habilidad para la planeación estratégica, la toma de decisiones y el liderazgo.
El último evento lunar del 2025 será el 30 de diciembre, cuando la luna tenga su encuentro de fin de año con el sol durante la luna nueva de Capricornio. Es un momento en el cual es posible reconocer lo que es necesario para finalizar cualquier proyecto iniciado con anterioridad. De esta manera, se puede concluir lo anhelado, gracias a que toda la energía se focaliza en esa dirección. Como consecuencia, se puede experimentar la materialización de aquello que se había emprendido y desde la capacidad para dar estructura sentirse seguro de crear objetivos a largo plazo y generar planes concretos para lograrlos.
La luna, en su danza constante, se encuentra en oposición con el sol y reflejando su luz el 13 de enero, trayéndonos la primera luna llena del 2025. Su energía nos habla de la posibilidad de reconocer cómo la ambición, a todos los niveles, la frialdad y la rigidez mental nos llevan a una visión limitante.
Dicho reconocimiento y su integración, nos puede llevar a experimentar la ambición como una motivación interna que nos da la fortaleza para seguir enfocados y trabajando para cumplir con nuestros sueños. También nos ayuda a transformar la rigidez en humildad. De esta manera, damos paso a lo nuevo, reflexionamos y dejamos ir lo que ya no nos aporta, mientras nos convertimos en aprendices curiosos que disfrutan cada paso del camino con claridad, confianza y libertad.
Disfruta las celebraciones de fin de año y prepárate para continuar nuestro viaje cósmico en el 2025, donde seguiremos explorando nuevos paisajes y te acompañaré como guía turística del mundo interior. Gracias por ser parte de esta aventura de autodescubrimiento en el 2024.
Olga Lucia Toro
Astróloga.
Psicóloga y Periodista, U. Sabana.
Master In Mental Health, FAU.
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